La seguridad del puesto de trabajo es esencial en un entorno digital, ya que los usuarios finales y sus herramientas (e-mail, navegación, dispositivos, etc.) son puntos vulnerables que pueden ser aprovechados por ciberdelincuentes para acceder a la red y datos sensibles de una organización.
Implementación de software de seguridad que detecta, previene y elimina virus, malware y otras amenazas.
Mantenimiento regular de sistemas operativos y aplicaciones con las últimas actualizaciones y parches de seguridad.
Aplicación de técnicas de cifrado para proteger la confidencialidad de la información almacenada en dispositivos.
Implementación de políticas que regulan el uso de dispositivos externos, como unidades USB, para prevenir posibles amenazas.
Utilización de herramientas de monitorización para detectar comportamientos anómalos que puedan indicar posibles amenazas.
Establecimiento de políticas claras sobre el uso seguro de dispositivos y la gestión de contraseñas.
Concienciación y formación de los usuarios sobre prácticas de seguridad digital y cómo reconocer posibles amenazas.
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